Modelos tecnopedagógicos y metacognición

Modelos tecnopedagógicos y metacognición

Libia Adriana León Izurieta

Estrategias de enseñanza-aprendizaje y la Pandemia

Con la llegada de la Pandemia en el año 2020, hemos pasado por muchos cambios en todos los ámbitos, uno de ellos es la educación en todos los niveles. Ante esta situación, cambiamos a la educación a distancia o E-learning rápidamente y sin planearlo empezamos a reunirnos de manera virtual, compartiendo contenidos para que los estudiantes siguieran preparándose en este contexto.

La educación a distancia ahora es primordial para los docentes y los estudiantes, la mayoría de los docentes han tomado cursos de preparación para enseñar a distancia, incluso de alfabetización digital. Castellanos y Claro (2017) mencionan que aún no es suficiente pues la educación a distancia requiere de herramientas que buscan el trabajo colaborativo, el manejo de los entornos virtuales, la creación de    experiencias de aprendizaje y el diseño de contenido interactivo y de colaboración. 


¿Aprender a aprender?

Seguramente te has preguntado alguna vez ¿cómo aprendo? o bien, en el caso de los docentes ¿cómo aprenden los estudiantes? Para estas preguntas puede haber muchas respuestas, sin embargo, hay metodologías que hemos observado en investigaciones y en los estudiantes que funcionan muy bien. Una de ellas es la metacognición, la cual es un proceso en el que se enseña a aprender a aprender, y la finalidad es que el estudiante autorregule su propio aprendizaje, es decir, que pueda planear, monitorear y evaluar lo que quiere lograr aprender. 

La metacognición es un proceso que se logra con la creación de experiencias en las que se incluyen la planeación, el monitoreo y la evaluación del aprendizaje, que significa que el estudiante actúe de manera proactiva y que el docente tenga un nuevo rol de facilitador y creador de estas experiencias para que el estudiante aprenda lo que necesite a lo largo de la vida y no solamente se limite a espacios educativos.

¿Cuáles son los elementos de un modelo tecnopedagógico que se basa en la metacognición?

Al respecto existen diversas respuestas, sin embargo, coinciden en que deben de responder a espacios que generen interacciones que respondan a los desafíos actuales en lo que se refiere a la pedagogía y a la tecnología que sean seguros y eficaces. Coll (2007) asegura que debe incluir un diseño que presente contenidos, objetivos, actividades de aprendizaje, orientaciones y sugerencias. Además, se propone que sean ambientes autogestivos que sean modificables y se adapten a la necesidad de cada estudiante, es decir, que maneje y así mismo pueda monitorear el propio aprendizaje en el modelo (Gómez González, 2017).

¿Cuáles son los efectos del uso de un modelo tecnopedagógico en el aprendizaje autorregulado?

Se ha logrado observar los efectos mediante dos modelos tecnopedagógicos que son el Modelo del Conocimiento Tecnopedagógico del Contenido (TPACK) y el modelo de aula invertida. 

En el modelo TPACK se ayuda al estudiante a crear andamios a lo largo del aprendizaje en los que el docente y el estudiante valoran y construyen el conocimiento de manera compartida e individual mediante consultas continuas. El docente juega un papel de facilitador en el que te puede guiar en tus objetivos para que el mismo estudiante realice una autorreflexión de lo que está aprendiendo. Estos últimos elementos son parte del proceso metacognitivo, no solo es aprender sino reflexionar cómo lo puedes aplicar, para qué lo puedes aplicar, cómo te servirá esta nueva información, en dónde lo aplicas y para qué lo quieres aprender y qué sigue saber (Wong et al., 2015).

En el modelo de aula invertida, se sugieren herramientas para que el estudiante pueda decidir cuál ocupar para aprender lo que necesita, pero requiere de un proceso de planeación exhaustivo para que el estudiante reflexione qué es lo que necesita saber, sin embargo, una vez que se logra realizar el proceso metacognitivo el estudiante puede hacer una autoevaluación detallada de lo que aprendió (Janssen, 2020).

Ahora bien, los efectos esperados con estos modelos son los que siempre queremos de los estudiantes: que sean proactivos, que cumplan sus objetivos de aprendizaje y que ellos mismos aprendan a aprender. Por ejemplo, en diversos estudios se ha observado que las herramientas tecnológicas como los videos no solamente funcionan si se dejan en una plataforma, sino que la guía y el monitoreo del video proporciona un aprendizaje significativo en los estudiantes.

Por otro lado, se desarrollan algunas habilidades que están relacionadas con el aprendizaje autorregulado como la comunicación, el pensamiento crítico, la resolución analítica, incluso el trabajo colaborativo.

Existen algunas limitaciones y desafíos, no todo lo que brilla es oro, sin embargo, el mayor desafío es que los docentes se atrevan y se preparen para utilizar estos modelos si consideran que les pudiera funcionar. Además, que existan otras herramientas tecnológicas de fácil acceso, de contenidos curados, que estén al alcance de los estudiantes. Los docentes que se atrevan a integrar contenidos nuevos, tendrán que proponer actividades de enseñanza y aprendizaje que permitan al estudiante planear cómo va a aprender y dejar al alcance propuestas para que puedan ambos monitorear y evaluar. 

Es importante decir que a consecuencia de la pandemia ha aumentado el uso y el diseño de herramientas tecnológicas que los docentes pueden aplicar en su enseñanza, así como los cursos de capacitación en aplicaciones específicas mediante plataformas que son ambientes autogestivos, tales como MOOC que proveen oportunidades de aprendizaje autodirigido, sin embargo, los docentes podrían ocupar este contenido que incluye una gran cantidad de elementos hipermedia para diseñar sus propios ambientes de aprendizaje y diseñar sus contenidos en estos modelos tecnopedagógicos. 

Sin duda la tecnología ha cambiado nuestra manera de enseñar y aprender en los últimos años, no deberíamos regresar a utilizar solo el pizarrón y los marcadores. Cambiemos a diseñar nuestros contenidos con base en los desafíos actuales y aplicar los modelos tecnopedagógicos que existen para crear andamios y que los estudiantes logren aprender a aprender. 

Referencias:

Gómez González, J. D. (2017). A Model for the Strategic Use of Metacognitive Reading Comprehension Strategies. PROFILE Issues in Teachers’ Professional Development, 19(2), 187-201. https://doi.org/10.15446/profile.v19n2.58826

Janssen, C. H. C. (2020). El aula invertida en tiempos del COVID-19. Educación Química, 31(5), 173-178. http://dx.doi.org/10.22201/fq.18708404e.2020.5.77288

Wong, L.-H., Chai, C. S., Zhang, X.,  y  King, R. B. (2015). Employing the TPACK Framework for Researcher-Teacher Co-Design of a Mobile-Assisted Seamless Language Learning Environment. IEEE Transactions on Learning Technologies, 8(1), 31-42. https://doi.org/10.1109/TLT.2014.2354038

 

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