Cultura Científica: importancia y definición

Cultura Científica: importancia y definición

La Cultura Científica se ha convertido en una necesidad para nuestra época.  Muchos gobiernos en todo el mundo, así como múltiples organismos la han convertido en una prioridad. 

García (2020) menciona que:

La Ciencia, Tecnología e Innovación (CTI) juegan un rol clave tanto como motor de progreso, como también como herramienta de transformación social y económica y base para alcanzar los objetivos de la Agenda 2030. En este marco, la Cultura Científica es la base para ampliar capacidades endógenas de innovación e investigación y desarrollo experimental en la sociedad, además de una herramienta clave en la construcción de ciudadanos del conocimiento. 

Con estas palabras el Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU), la RedPOP y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, describen la relevancia de la Cultura Científica en el documento Políticas públicas e instrumentos para el desarrollo de la Cultura Científica en América Latina.

Aunque a nivel internacional no existe una definición unificada sino términos que convergen como apropiación social de la ciencia, comunicación pública de la ciencia, public communication of science and technology o public understanding of science, la importancia de la Cultura Científica se ha convertido en un tema de interés e investigación no solo para los países, sino para diferentes organizaciones e instituciones.[sic]

Como se mencionó con anterioridad, en la literatura es posible encontrar diferentes definiciones de este término, pero la que se considere adecuada dependerá de la necesidad de uso que se tiene para su implementación, es  así que podemos encontrar diferentes definiciones, como ejemplo tenemos:

En  su  tesauro,  la  UNESCO  define  a  la  Cultura Científica  como  un  “modelo  de  comportamiento  intelectual  y  social  basado  en el conocimiento científico” (Pastor, s.f.).

Según  otros  autores,  la  Cultura Científica,  además  de  estimular  el  pensamiento  crítico  y contribuir a mejorar la vida de las personas, “influye en el propio avance del conocimiento, al ayudar a la valorización del trabajo científico” (Villa, 2011).

Por otra parte, la Cultura Científica y las actividades  relativas  a  su  desarrollo,  tienen  diversos  objetivos  y  por  lo  tanto  impactos.  En  términos  de  impacto  inmediato,  a  partir  del  aprendizaje  de  conocimientos  científicos  y  tecnológicos, se produce  el aumento del interés por la ciencia y la tecnología, despertando de esta manera nuevas vocaciones científicas, generando mayor apoyo para la ciencia y la inversión pública en esta, en la sociedad y en los estamentos de toma de decisiones políticas.

 La incorporación por parte de la sociedad en su conjunto, de los métodos y procesos en los que se basa la ciencia para la generación de conocimientos, por su parte, tienen un impacto exógeno, en tanto contribuye a construir ciudadanía con capacidad de análisis crítico y toma de decisiones basada en conocimientos, es decir, ciudadanos del conocimiento. Estos ciudadanos desarrollan asimismo mayores habilidades de pensamiento innovador. Es decir, la Cultura Científica es también la base para ampliar capacidades endógenas de innovación, investigación y desarrollo experimental en la sociedad.

Otras definiciones de Cultura Científica, más enfocadas al estudio que se pretende hacer, donde encontramos autores como Burns, et al.  (2003), Padilla y Patiño (2019) y Vogt (2013), mencionan que, nos podemos referir a ella como “conjunto de conocimientos específicos respecto a algunas disciplinas de la ciencia y la tecnología, qué le permiten a una persona poder identificar, entender y explicar conceptos, utilizando diferentes medios para la divulgación de los mismos”.

Aún tomando en cuenta las diferentes definiciones mencionadas, es importante recordar que, el incesante interés por el desarrollo de la la Cultura Científica, se traduce en muestras de diversas actividades, por ejemplo, en la elaboración de emisiones, series radiofónicas o televisivas con contenido científico y tecnológico, también, en la realización de exposiciones o muestras cinematográficas, incluso museos dedicados a dicho fin, refiriéndonos más al estudio en el que nos hemos de enfocar.

Ahora bien, si analizamos el contenido de esas numerosas manifestaciones de divulgación, se constata que las mismas se refieren a las tres dimensiones de la Cultura Científica: la descriptiva (su mundo, el universo, la vida, la materia, su ser); la práctica (cómo se llega al conocimiento científico, qué le permite ser confiable, qué elementos están involucrados en su obtención y desarrollo, cómo es que resuelve problemas, cómo aplica ese conocimiento), finalmente, la valorativa (para qué hacerlo, qué fines conlleva) (Pallares, 2000). 

 

 La Cultura Científica implica considerar el conjunto de saberes que el ser humano contemporáneo no puede ignorar, que le permitan entender y participar en las cuestiones que aquejan a su sociedad; estar enterado de algunos hechos, familiarizado con algunos conceptos generales, conocer el funcionamiento de la ciencia en cualquiera de sus expresiones, sus métodos y cómo se llega a las conclusiones; asimismo, conocer algo de la vida de los científicos, de sus penas y preocupaciones, pues tener una Cultura Científica proporciona al individuo social información en las tres dimensiones mencionadas con anterioridad (Padilla y Patiño, 2019).

Teniendo presente lo antes mencionado, en el estudio que se tiene planeado realizar con estudiantes de la facultad de artes plásticas y audiovisuales, específicamente los que se encuentran cursando la licenciatura de cinematografía, la expresión Cultura Científica se describe como el conjunto de conocimientos específicos respecto a algunas disciplinas de las ciencias exactas, sociales y humanas, al igual que de la tecnología, qué le permiten a la persona poder identificar, entender y explicar conceptos y acciones respecto a estos temas, utilizando diferentes medios para su divulgación.

 

Referencias:

Burns, T., O'Connor, D., y Stocklmayer, S. (2003). Science communication: a contemporary definition. Public understanding of science, 12(2), 183-202.

 

García, L. (2020, 24 de septiembre).¿Para qué un Día Internacional de la Cultura Científica?. DGDCUNAM.  http://ciencia.unam.mx/leer/1044/-28-de-septiembre-para-que-un-dia-internacional-de-la-cultura-cientifica-

 

Padilla, J. y Patiño M. (2019). Comunicación pública de la ciencia y cultura científica. En M. Patiño Barba (eds). Presentación en Power-Point. IV Coloquio de Divisiones Profesionales de la SOMEDICYT, Pachuca, Hidalgo. Zorka Vuskovic Céspedes.

 

Pallares, E. (2000). Perfil de la Cultura Contemporánea. Chihuahua: Universidad Autónoma de Chihuahua.

 

Pastor, J. (s.f.). Cultura Científica. Recuperado el 6 de febrero de 2022, de https://skos.um.es/unescothes/C03549/html

 

Villa, J. (2011).  Estancamiento  de  la  Cultura Científica en México.  II Congreso Estatal de Difusión y Divulgación de la Ciencia y Tecnología en Michoacán, México.

 

Vogt, C. (2003).La espiral de la cultura científica. febrero 10, 2022, de SBPC/Labjor Sitio web: http://www.espiritualidades.com.br/Artigos/V_autores/VOGT_Carlos_tit_Espiral_da_cultura_cientifica-A.pdf

 

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Cultura Científica: importancia y definición por Alejandra Santiesteban Reyes se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.

 

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